Hay que entender que ser tutor no significa ser el docente suplente, uno está ahí para resolverles preguntas, no obstante, hay algunas personas que llegan con tan malas bases que uno debe llenarse de paciencia y explicarles todo como usando plastilina. Por otro lado, hay personas que son muy impacientes, esperan que uno les de las respuestas sin necesidad de ellos pensar en el proceso. Por otro lado, no todas las preguntas pueden ser respondidas dentro del límite de los 25 minutos, uno debe ser consciente de eso y si se pasa un poco, no es ningún problema, ya que lo más importante es el usuario y que entienda muy bien el tema. Hay que tener cuidado con lo que se dice, no solo en cuestión de la pregunta, sino también tener en cuenta lo que uno le dice a la persona. No debe haber comentarios directos al usuario del estilo «no sea impaciente», es mejor comentarle que hay que hacer unos cálculos antes de poder seguir. La claridad de la pregunta no solo es cuestión de cómo lo presente sino también de cómo va guiando la respuesta: si se le olvida algo en el proceso, es mejor decirlo, indicarlo en el momento pero no interrumpir abruptamente el proceso, más bien dejarlo como un ejercicio aparte, ya que puede desesperarse el usuario con muchas interrupciones. Por último, tenga en cuenta que los usuarios pueden llegar a ser groseros, pero uno no puede responderles, ya que eso es cuestión de un momento. Si necesita descargar su molestia, escríbale a su mentor comentándole acerca de lo que pasó, ellos le responderán al respecto. Ser tutor en línea es algo muy divertido puesto que se va aprendiendo, no hay que sabérselas todas, pero si saber dónde buscar las respuestas.